domingo, 22 de abril de 2007

Sinopsis de "Juanín y Bedoya, los últimos guerrilleros".



Ensayo épico fruto de una meritoria y exhaustiva investigación basada en el estudio de documentos judiciales, policiales y privados, ratificados y complementados con testimonios de toda índole: antiguos guerrilleros y sus enlaces, víctimas de asaltos y secuestros, miembros de los Servicios Especiales de Información de la Guardia Civil, de sus agentes y confidentes, inspectores de las Brigadas Criminal y Político Social del desaparecido Cuerpo General de la Policía, y de personas que sencilla y llanamente se vieron de un modo casual inmersos en los hechos más relevantes.

Desde la perspectiva que dan los cincuenta años transcurridos, el autor nos muestra con refinada claridad un fragmento de nuestra Historia más reciente; entendida sobre todo desde el lado más humano, sin complejos ni estereotipos. Con la intención final de que cada cual llegue a sus propias conclusiones, sin imposiciones. Porque conocer la Historia es evitar que se repitan sus mismos errores.

Imprescindible obra de referencia para todo investigador, estudioso o erudito en la materia, así como para los entusiastas de los thrillers históricos y literarios, en la que el lector podrá poner rostro a los principales protagonistas, gracias a una esmerada selección de fotografías, consiguiendo de ese modo personalizar la narración y amenizar su apasionante lectura.

Datos sobre el autor.

Antonio Brevers nació en 1960 en Torrelavega (Cantabria). Licenciado en Psicología. Experto en la evolución social en la posguerra española del 37 y en el fenómeno de la guerrilla antifranquista, en particular. Su pasión por la investigación histórica le ha llevado a recopilar durante años abundante información procedente de diferentes archivos, tanto públicos como privados. Aunque, sin duda, su mayor fuente documental reside en los cientos de personas que ha logrado entrevistar relacionados con la guerrilla, sobre todo la del norte de España, que de un modo u otro han tenido participación directa en los hechos descritos en la presente obra. Testimonios que forman parte de una amplia colección histórica que cuenta con más de quinientas horas de grabaciones sonoras y cerca de un millar de fotografías que han podido, gracias a su esmerado esfuerzo, ser rescatadas del olvido.

Como asesor y documentalista, en ocasiones con su pseudónimo de “Alfredo Cloux”, ha participado en varias publicaciones y audiovisuales sobre la materia, y, recientemente, como guionista en el capítulo titulado “Los del monte”, de la serie documental “La memoria recobrada”, coproducida por TVE y la productora Argonauta, que versa sobre el movimiento guerrillero en España.

Todo el movimiento de posguerra fielmente reflejado en "Juanín y Bedoya".

A través de esta obra podremos entender mejor los veinte años del movimiento guerrillero, en sus cinco etapas más representativas:

· La Primera (1936-1939): Protagonizada por los combatientes republicanos que intentaron debilitar la retaguardia franquista junto con los que pretendieron sencillamente salvar sus vidas ocultándose en el monte (Los Huidos).

· La Segunda (1940-1944): Caracterizada por la incorporación a estos Huidos de sus colaboradores descubiertos, de los que trataban de escapar a la dura represión, de los evadidos de los Destacamentos Penitenciarios, y, en menor medida, de quienes, por su mayor conciencia política, creyeron poder derrotar militarmente al franquismo con el apoyo de una insurrección popular.

· La Tercera y más importante (1944-1948): Representada por el intento de invasión (dirigida por el PC) de exguerrilleros españoles de la resistencia francesa (Maquis) a través del Valle de Arán. A pesar de su estrepitoso fracaso, la Guerrilla continuó confiando en la posible intervención de las potencias vencedoras en la II GM. El PC desde el exilio incorporó grupos de expertos políticos y militares para intentar mejorar y coordinar a estas desiguales Agrupaciones Guerrilleras.

· La Cuarta (1948-1952): Fase de decadencia determinada por el efecto fulminante de las Contrapartidas, por la desmoralización debida a la abstención de las potencias aliadas y la falta de respuesta popular, y ante la decisión final del PC desde Francia de abandonar las armas.

· La Quinta etapa (1952-1957): Atrapados a su suerte, “LOS ÚLTIMOS GUERRILLEROS” lucharán por su supervivencia hasta resultar detenidos o abatidos en encuentros armados. Periodo que concluyó con la actuación en solitario de Juanín y Bedoya, lo que originó que la D. G. de la Guardia Civil reuniera en Cantabria a un grupo selecto de especialistas para su busca y captura; la mayoría antiguos jefes de las ya disueltas contrapartidas.

Prólogo de Manuel Gutiérrez Aragón.

Manuel Gutiérrez Aragón y Antonio Brevers en la localidad de Vega de Liébana, durante el rodaje de la serie documental para TVE "La Memoria Recobrada"

Los mitos no viven ni mueren, son sobre todo una proyección de nuestros propios deseos y temores. Pero los maquis, para los niños y jóvenes de los años cincuenta y sesenta, eran mitos vivientes. Sobre todo para los que poblábamos las ciudades cercanas a los montes y bosques de la cordillera cantábrica. Unas veces aparecían como protectores de los humildes y perseguidos, otras como fulgurantes vengadores de agravios colectivos –una justicia rápida e inapelable, en correspondencia con los juicios sumarísimos del poder–, y otras como ingeniosos y burlones duendes del bosque. Crueles y rencorosos como los propios dioses, el bosque y las lindes de los pueblos eran un territorio que les pertenecía con el mismo derecho que a los lobos y a los milanos. No, no eran solo un producto de nuestras mentes escolares y de lectores de tebeos de aventuras, eran reales, estaban ahí afuera, en un recreo continuado, en unas vacaciones inacabables, sin disciplina escolar ni tareas para hacer en casa. Un primer acercamiento a los maquis podía ser así de mitómano, pero, por muy mitómanos que fuéramos, también nos dábamos cuenta de algo más: del peligro, la persecución y la muerte. Y eso ya no era una aventura del tebeo, era esa cosa imperfecta llamada realidad. Algunos de nuestros compañeros de instituto eran hijos de los guardias civiles que perseguían a los guerrilleros del bosque. Otros eran hijos de represaliados del régimen, del bando del silencio y las amenazas, de la injusticia inacabable. En el caso de alguno de nosotros, en la familia había algún secuestrado por los maquis –era el caso de mi propia familia-, caso que nos causaba un inconcreto temor a traspasar las lindes del bosque.

El libro de Antonio Brevers recoge esa aventura nunca terminada de contar de los duendes de nuestra infancia, y sin duda su minuciosa y documentada información no hace que disminuya el mito, sino que nos lleva a lo más íntimo del mito, a la cólera cantada, a la narración de hechos inexplicados pero reales, a la caverna en la que los hombres son sombras de sí mismos. Nunca la realidad embotó el filo de espada del mito, ni el dato oscureció el amanecer de la historia. Brevers narra con la autoridad que le proporciona indagar en testimonios silenciados, pero no desaparecidos. Ocultos, pero no borrados.

Brevers ha tardado varios años en reunir la información, y sobre todo en convencer a los testigos para que hablaran libremente. Tal como es el ir y venir de nuestra historia, la historia de España, esperemos que de verdad el peligro para los que hablan haya pasado, que definitivamente se pueda hablar libremente y para siempre, sin amenazas ni exclusiones. Y que, por fin, aunque sea cincuenta años después, desde todos los ángulos sociales podamos fomentar con nuestros sinceros actos la verdadera filosofía de este libro: “el encuentro”, sin complejos ni rencores heredados.

* * *

Creo que Antonio Brevers rinde homenaje a unos luchadores a los que muchas veces –y desde posiciones diferentes– se ha negado el carácter de luchadores antifascistas, su rasgo común y predominante. Luego podrán devenir en bandidos, o en atracadores o simplemente en huidos, pero su bandera era la de la República, y su legitimidad la resistencia a la dictadura. La derrota de la República por el fascismo es su marca de origen y su destino. Sin esa derrota republicana no se hubieran echado al monte, ni hubieran malvivido hasta su muerte con las armas en la mano. En definitiva, sin fascismo no hubiera habido maquis. Es precisamente la restauración de la República y de las libertades, el sueño con el que a su vez soñaban los guerrilleros. Porque mientras nosotros pasábamos “miedo y frío ante un pupitre con estampas,” ¿con qué soñaban los maquis? En aquellos refugios húmedos y trashumantes también se soñaba; en aquellas caminatas nocturnas, la imaginación, a su vez, se poblaba de mitos. Una gigantesca bandera tricolor se izaría en el monte más alto, y madre y novia recibirían con flores al vencedor, el guerrillero heroico. El contramito, el sueño de los soñados, los dioses que sueñan con ser personas normales. El niño de derechas, obediente y disciplinado, se arropa para protegerse del miedo al de afuera, al del monte. Y el del monte sueña con su niñez perdida, con la cama tibia y el viejo maestro gruñón y republicano.

* * *

Si el mito tiene su contramito, también la lealtad tiene su sombra y su contrario: la traición. Las hermanas del más célebre guerrillero de posguerra, Juan Fernández Ayala, Juanín enviaron una carta a la Hoja del Lunes en 1977, dos años más tarde de la muerte de Franco, en la que decían: “... nuestro hermano no fue muerto por las Fuerzas del Orden, fue disparado por la espalda con un tiro en la nuca por alguien que le traicionó...” La acusación no podía sino apuntar al más leal – y último- compañero de correrías de Juanín, Francisco Bedoya. La acusación, según se supo después, fue lanzada por los propios servicios policiales para obtener la colaboración de familiares y amigos de Juanín en la captura de Bedoya. Una paciente investigación en los propios archivos de la Guardia Civil hace que Antonio Brevers y sus colaboradores puedan desmontar la sombra de la traición, y su habilidad narrativa para contarlo añada un inesperado suspense al relato. Lo mismo ocurre con el relato casi mítico de las repetidas burlas – increíbles si, por ejemplo, alguien las llevara al cine- a los cercos de la Guardia Civil. La persecución y muerte de Juanín y Bedoya constituyen la trama de una novela policial. El lector no sabrá hasta final cuál fue el verdadero hilo que condujo a sus muertes. Como en un relato policiaco, parece que la investigación lleva a una determinada conclusión, para luego dar un giro y llevar a otra parte.

El relato sigue un orden cronológico de la vida y fazañas de Juanín y Bedoya. Pero a ese orden cronológico se va enlazando con los testimonios – emocionantes- de los guerrilleros supervivientes a la aniquilación franquista. En todos ellos vemos la esperanza de una victoria siempre esquiva, y la firme determinación de resistir. No hay rendición, no hay desesperación, simplemente se hace lo que debe hacerse en cada momento. La vida nacional, aislada y gris incluso para los vencedores, no es sino una momentánea etapa hacia la liberación.

* * *

Lealtad y traición, emoción y audacia... a veces también ternura... Y sobre todo la camaradería. Esos son los mimbres del relato de Antonio Brevers. Una impresionante colección de fotografías inéditas presta testimonio gráfico a los documentos verbales. Estos relatos verbales, recogidos por el autor a los últimos sobrevivientes de la guerrilla, son verdadera historia en vivo, testimonios únicos y en trance de desaparecer. Como si pudiéramos asistir, casi en directo, a un trozo de nuestra historia.

Respecto a la historia de la Resistencia española, habrá un antes y un después del libro de Antonio Brevers.

Toda una invitación a la reflexión en la contraportada del libro de Antonio Brevers.

¿Qué hubiese hecho usted de haberse encontrado en la misma época y circunstancias?...

En “Juanín y Bedoya, los últimos guerrilleros”, Antonio Brevers consigue despertar la emoción, la tensión y el suspense a partir de la narración de la vida, acontecimientos y muerte de esta pareja de leyenda. El presente ensayo épico es fruto de una meritoria y exhaustiva investigación basada en el estudio de documentos judiciales, policiales y privados, ratificados y complementados con testimonios de toda índole: antiguos guerrilleros y sus enlaces, víctimas de asaltos y secuestros, miembros de los Servicios Especiales de Información de la Guardia Civil, de sus agentes y confidentes, inspectores de las Brigadas Criminal y Político Social del desaparecido Cuerpo General de la Policía, y de personas que sencilla y llanamente se vieron de un modo casual inmersos en los hechos más relevantes.


Desde la perspectiva que dan los cincuenta años transcurridos, el autor nos muestra con refinada claridad un fragmento de nuestra Historia más reciente; entendida sobre todo desde el lado más humano, sin complejos ni estereotipos. Con la intención final de que cada cual llegue a sus propias conclusiones, sin imposiciones. Porque conocer la Historia es evitar que se repitan sus mismos errores.


Imprescindible obra de referencia para todo investigador, estudioso o erudito en la materia, así como para los entusiastas de los thrillers históricos y literarios, en la que el lector podrá poner rostro a los principales protagonistas, gracias a una esmerada selección de fotografías, consiguiendo de ese modo personalizar la narración y amenizar su apasionante lectura.