domingo, 2 de diciembre de 2007

Reportaje del diario Alerta sobre el libro de Antonio Brevers, con motivo del cincuenta aniversario de la muerte de Francisco Bedoya.

JUANIN Y BEDOYA.
Medio siglo de leyenda hecho historia en un libro de Antonio Brevers.
Alerta / 2 de diciembre de 2007.
El tres de diciembre de 1957, nuestro periódico abría en primera plana con la noticia de la muerte, cerca de Castro Urdiales, de Francisco Bedoya Gutiérrez, acontecida a primeras horas del día antes y a los pocos meses de la de su inseparable compañero, Juan Fernández Ayala.

Juanín y Bedoya, dos personajes, a caballo entre el mito y la Historia, que sin duda han permanecido vivos en la memoria de la inmensa mayoría de los cántabros, y de muchos españoles, aunque estos hubiesen nacido años más tarde de su desaparición. Buena muestra de ello ha sido el enorme éxito cosechado por el espléndido libro de Antonio Brevers que lleva por título: Juanín y Bedoya, los últimos guerrilleros, obra que ha visto la luz precisamente en el año que se cumple el cincuenta aniversario de los dramáticos sucesos con los que se puso fin a la larga permanencia en el monte de tan recordados personajes.

OBJETIVIDAD Y RIGOR.- Con este libro, además de aportarnos luz sobre las misteriosas muertes de sus protagonistas, el autor ha querido trasmitirnos sus inquietudes, esforzándose en dar otra oportunidad al lector para facilitarnos una mejor comprensión de la historia al revisar unos hechos acaecidos, hace relativamente poco tiempo, sin alterarlos ni dulcificarlos; con la sana intención de que entendamos mejor todas y cada una de las partes que allí convivieron.

Misteriosas muertes.
Todo tipo de conjeturas y cábalas surgieron con la muerte de Juan Fernández Ayala, Juanín, el 24 de abril de 1957, en Vega de Liébana, tras un encuentro con la Guardia Civil en las afueras de dicho pueblo. En voz baja se citaban varios nombres bajo sospecha de haber señalado el paso del guerrillero a las Fuerzas del Orden, a cambio de la suculenta recompensa (medio millón de pesetas) que por ellos se ofrecía.

No menos misteriosa resultó la muerte de Francisco Bedoya, en medio de un operativo policial cuyos últimos pasos se iniciaban un frío domingo, día 1 de diciembre de 1957, aproximadamente a las siete y media de la tarde, según informó puntualmente nuestro periódico: “entre La Madrid y Cabezón de la Sal, el Bedoya acudió al encuentro. Parecía confiado y tranquilo. Vestía una larga gabardina oscura sobre un pantalón azul; cubría su cabeza con una boina y no parecía, por el blanco color de su tez, haber permanecido últimamente mucho tiempo al aire libre. Fidel, su hermano, le puso sobre los hombros el grueso chaquetón de cuero que había adquirido de Santander…El Bedoya se situó en la parte trasera del vehículo, como paquete, mientras José San Miguel, su cuñado, se encargaba de la dirección. Entre ambos colocaron un paquete de gran tamaño que contenía efectos personales, vendas, colonia y otras cosas de aseo personal. En la parte izquierda del vehículo se veía una cartera de cuero negro. Paco Bedoya se puso unas gafas de motorista, caló su boina hasta las cejas y se dispuso a salir por primera vez de la provincia”.

Pero una potente ráfaga de ametralladora, disparada por la Policía desde un coche en marcha, detendría a la moto y sus ocupantes en el tramo de carretera comprendido entre el pueblo de Oriñón y el langostero de Islares, saldándose con la muerte del conductor, José San Miguel, y causando gravísimas heridas a Francisco Bedoya, que no le impidieron realizar un último y desesperado esfuerzo y escalar hasta lo alto de monte Cerrado, ascendiendo más de 400 metros de cota, donde fallecería a la mañana siguiente en el transcurso de la descubierta llevada a cabo por numerosos agentes de la Guardia Civil.

Antonio Brevers ha pretendido ponernos, precisamente por la perspectiva que da el tiempo transcurrido, en el lugar y circunstancias personales de cada uno de los protagonistas que figuran en esta obra, sea cual fuere el lugar y modo que le tocó vivir; y, sobre todo, situarle en aquel tiempo, tan distinto al actual.


Equipo de TVE durante el rodaje de la serie documental "La Memoria Recobrada", junto a Gutiérrez Aragón, Antonio Brevers y el emblemático Jefe Guerrillero Martín Santos Marcos, "el Gitano".

PRÓLOGO DE MANUEL GUTIÉRREZ ARAGÓN.- La obra, respaldada por el Gobierno de Cantabria y por el Ayuntamiento de Torrelavega, está prologada por Manuel Gutiérrez Aragón, con quien el autor trabajó como guionista en la serie documental producida por TVE La memoria recobrada; concretamente en el capítulo que se ocupó sobre el fenómeno del maquis en España y, en especial, de la figura de Juan Fernández Ayala y “los del monte”. Cuenta con más de seiscientas páginas y acabado en sobrecubierta y tapa dura. En ella se pueden contemplar una gran selección de fotografías inéditas, de gran valor histórico, así como planos y documentos complementarios, tanto públicos como privados. Como dato original a destacar hay que mencionar que están publicadas más fotos, mapas y documentación complementaria en la página de internet http://www.juaninybedoya.es/.


Historia viva.
Podríamos referirnos a él como un libro épico; en el que el lado humano sobresale a la idea preconcebida que de los personajes se pueda tener por el simple hecho de haber vivido en este periodo y ambiente de posguerra. La acción se desarrolla en nuestra Cantabria más cercana. En donde abunda la intriga, la emoción, la amistad, la ternura, los amores imposibles, los sucesos audaces y espectaculares, otros crueles y extremadamente sanguinarios. Pero sobre todo mucha historia real: basada en el aproximadamente centenar de entrevistas realizadas a sus auténticos protagonistas y en millares de documentos inéditos, tanto judiciales, policiales como privados.

La sorprendente y oportuna aportación documental imprimirá un ritmo trepidante a una investigación en la que el lector se verá inmerso. De esta forma Antonio Brevers consigue hacer cómplice al lector de sus propias indagaciones, al tiempo que poco a poco de forma magistral le va envolviendo haciéndole partícipe en un entramado de pasiones y enredos, todos ellos reales y con personas corrientes; y cuyas diferentes personalidades pueden percibirse a través de sus fotos en el índice de personajes del final del libro. Parte de la inquietud del propio narrador- investigador, que en realidad es el propio autor, y está contado en primera persona y de forma cronológica; siguiendo la actividad biográfica de Juan Fernández Ayala y sus compañeros, en especial los sucedidos junto a Francisco Bedoya Gutiérrez.

Con arreglo a esta ordenación lineal se van entrelazando sucesos destacables, algunos aparentemente inconexos entre sí, y el propio desarrollo de la investigación. Mediante pies de página, se hacen aclaraciones y breves reseñas a la evolución de las cuestiones internacionales de la posguerra mundial, y la española en particular. Se suceden un gran número de hechos históricos, relatados por sus propios protagonistas, tanto del movimiento guerrillero, como de otros muchos estamentos sociales que reflejarán un modo de vivir, y pensar, sin cuyo conocimiento no sería posible situarse adecuadamente en la época en que sucedieron los hechos objeto de estudio.

A través del libro de Antonio Brevers sobre Juanín y Bedoya, y un gran número de compañeros de monte y otros líderes de la guerrilla, como Martín Santos Marcos, “El Gitano” o Inocencio Aja Montes “El Vasco”, quedan fielmente reflejados los casi veinte años de existencia del movimiento guerrillero de posguerra en España; en sus cinco etapas más representativas:

La Primera (1.936-1.939) que viene protagonizada por quienes con la caída de los frentes republicanos intentaron debilitar la retaguardia franquista o, sencillamente, salvar sus vidas ocultándose en los montes españoles.

A estos grupos de “huidos” se unirían durante la segunda etapa (1940-1.944) los evadidos de los Destacamentos Penitenciarios y aquellos que intentaron alejarse de la feroz represión a la que eran sometidos. Resistirían, generalmente, cerca de sus hogares, gracias a la ayuda de familiares y amigos y a pequeños golpes económicos. En menor medida, se les fueron incorporando quienes, por una mayor conciencia política, creyeron poder derrotar militarmente al franquismo con el apoyo de una insurrección popular.

La tercera y más importante etapa (1.944-1.948) tuvo su inicio con la invasión de exguerrilleros españoles de la resistencia francesa (“Maquis”) a través del Valle de Arán, bajo la dirección del PC. A pesar de su estrepitoso fracaso, la lucha armada consiguió propagarse estimulada ante la posibilidad de un levantamiento popular contra Franco y a la esperada intervención de las potencias vencedoras en la II GM. Asimismo, el PC desde el exilio intentó incorporar grupos de expertos políticos militares para intentar mejorar la organización Guerrilla.

Durante la cuarta etapa (1.948-1.952) este movimiento entró en su fase de decadencia, propiciada por la desmoralización ante la falta de respuesta popular y abstención de las potencias aliadas, sobre todo, a partir del inicio de la guerra fría. A todo ello se sumó el efecto fulminante de las recién creadas Contrapartidas de la Guardia Civil (finales de 1946) y la decisión del PC desde Francia del abandono de las armas. Sin estos apoyos, un buen número quedó abandonado a su suerte en los montes.

Durante la quinta etapa (1.952-1.957), quienes no consiguieron salir del país o pasar a hacer vida de “topos”, sobrevivieron mediante el robo y el secuestro hasta ser detenidos o abatidos en encuentros armados; limitándose el final de dicho periodo a las actuaciones de Juanín y Bedoya, con cierta repercusión en la prensa internacional, lo que llevó a la Dirección General de la Guardia Civil a reunir en Cantabria, con carácter forzoso, a un grupo selecto de especialistas para su busca y captura, la mayoría antiguos jefes de las ya disueltas contrapartidas.

Entrevista a Antonio Brevers en el 50 aniversario de la muerte de Francisco Bedoya.

«Con Juanín y Bedoya es cierto que la realidad supera ampliamente la ficción»

Antonio Brevers saca al mercado la segunda edición del libro sobre los dos célebres 'maquis' Hoy se cumplen cincuenta años de la muerte de Bedoya, tras se interceptado en Castro Urdiales


El Diario Montañés / 2 de diciembre de 2007.

Hoy, 2 de diciembre de 2007, se cumplen cincuenta años de la muerte del mítico guerrillero Francisco Bedoya. Este aniversario coincide en el tiempo con la salida al mercado de la segunda edición del libro 'Juanín y Bedoya, los últimos guerrilleros', escrito por un autor novel, Antonio Brevers y prologado por el cineasta torrelaveguense, Manuel Gutiérrez Aragón. El éxito de la primera edición, cuyos 3.000 ejemplares se vendieron en tan solo tres meses ha animado a la ampliación de una segunda tirada, también de 3.000 ejemplares que se comercializan en librerías de toda España. Con este libro, su autor propone un interesante viaje al pasado a través de la visión de sus protagonistas y testigos directos del momento y la vida de los dos 'maquis', en uno y otro bando.

-Es su primer libro. ¿Porqué eligió a dos personajes como Juanín y Bedoya?

Siempre tuve mucho interés por este tema. Me fui introduciendo, poco a poco, con alguna excursión a las zonas donde estuvieron. Preguntabas y te ibas acercando a los testigos con la grabadora y la cámara de fotos. Lo hacía porque me gustaba y me daba pena que se perdiesen tantos datos.

-¿En ese tiempo hizo acopio de mucha documentación?

Es un poco como una bola de nieve, porque comienzas a visitar archivos judiciales y policiales. . Luego tiras del hilo y, así reúnes cientos de horas de grabación en entrevistas personales a testigos, confidentes, enlaces, miembros de la Guardia Civil y familiares de víctimas y guerrilleros. Mas tarde, conoces gente que también investiga. Así conocí a Alfonso Domingo, escritor y productor de documentales, con el que he colaborado cómo guionista y que me animó a escribir el libro.

-Usted es psicólogo, ¿Cómo se mete uno en esto de escribir un libro de historia?-

Todo fue por regresar al mito o la leyenda. Por descubrir si lo que llega a tus oídos es lo que realmente pasó. Con Juanín y Bedoya descubrí que la realidad supera ampliamente la ficción.-¿Para bien o para mal?-Yo tenía la idea de que se les había exaltado o magnificado. Pero, al final, te das cuenta que su vida fue mas dura y audaz de lo que nos ha llegado a través de la leyenda. Me interesó mucho el factor humano, tanto el de ellos como el de sus víctimas y perseguidores. Hice grandes descubrimientos. A mí me llegó por la gente que Bedoya era un personaje cruel y sanguinario, de gran fortaleza física. Sin embargo, luego descubres que era una persona sensible y capaz intelectualmente y, eso, me ha parecido importante ponerlo de manifiesto.

-¿Como planteó estructurar la historia de los dos guerrilleros, entre tanta documentación?

Al principio me encontré con el problema de tener que introducir en el libro gran cantidad de datos, nombres, fotografías y fechas. Esto era un poco difícil, porque había que hacerlo legible. Lo que hice fue utilizar el recurso de la novela narrativa, aunque el contenido es totalmente veraz y esta escrito de una forma que no es nada localista. Es un libro de historia de España, solo que la historia transcurre en Cantabria.

-¿Hay novedades en esta segunda edición?

Han salido otros tres mil ejemplares a la venta que se están distribuyendo en librerías de toda España y, a través de página web http://www.juaninybedoya.es/. En cuanto a contenidos, esta segunda edición cuenta con fotografías nuevas que, en un principio, no se incluyeron. Son testimonios gráficos de mucha crudeza, pero vale la pena incorporarlos por su gran valor documental. Además el libro recoge testimonios de guerrilleros y miembros de la policía y la Guardia Civil que están sin alterar ni manipular. He querido ser un notario de cómo lo vivieron, para que el lector se haga su propia composición de lugar.

-Bedoya murió tal día como hoy, hace cincuenta años. ¿Como lo hizo?

Hoy se cumple el 50 aniversario de la muerte de Bedoya. Su compañero Juanín murió el 24 de abril de 1957, sólo unos meses antes. En el caso de Bedoya su motocicleta fue interceptada por la Guardia Civil, la noche anterior a su muerte. Herido de bala consiguió ocultarse en un monte cercano a Castro Urdiales. Al día siguiente, en un intercambio de disparos, fallece.

-¿Es un libro para los dos bandos?-

Sí es un libro para los dos bandos. Estoy recibiendo comentarios positivos de personas que estuvieron en un bando y otro.

-¿Que es lo que más le ha agradó al escribir el libro?

La confianza de la gente a la que he entrevistado. Me han regalado objetos y fotografías y me han abierto su casa y su vida. A pesar del delicado tema que se trataba, en la mayoría de los casos, sin conocerte de nada, te abrían la puerta, te metían en el salón o en la cocina y, en poco minutos, te hablaban de temas que no habían sacado en años ni a su propia familia, porque se tenía mucho miedo. Quiero destacar aquí esa bondad de la gente que me he encontrado.

- ¿En su búsqueda de la historia ha encontrado muchos personajes y héroes ocultos?

Tengo mucho material de Juanín y de Bedoya, pero junto a ellos han ido apareciendo documentos de otros guerrilleros, cómo Martín Santos que aún vive. Son verdaderos personajes en la sombra que, a lo mejor, tuvieron tanto protagonismo como ellos, lo que pasa es que ambos permanecieron 14 años en el monte.